domingo, 14 de agosto de 2011

Niégame


Hoy estuve con una chica que tenía mucho tiempo sin verla. Me vino a visitar. Es muy raro porque esto los escribo en mi cama, yo en interiores y ella desnuda arropada con una sabana. Justo antes de comenzar a escribir me pregunta que hago cuando no me corro, yo le dije nada sigo adelante y ella me responde uy yo quedo muy picada. Estoy 100% seguro que fue una indirecta, pero yo decidí esquivarla o ignorarla, no sé si es lo mismo. Sinceramente no sé porque, ella es una chica guapa tiene unos labios hermosos, además, quiere conmigo que eso alborota el sentimiento. Pero yo estoy como apático, como desanimado. Seguramente me siento acosado y ella no me dice que no, siempre me dice que sí. Yo quiero Noidas, quiero dudas y reclamos.
Es un conflicto para un hombre no querer follar cuando la otra persona sí quiere, porque te cargan con el peso de su seguridad, si no quieres, yo soy fea, si tú no quieres, no me deseas tanto, si tú no quieres, ¿por qué no quieres? Yo solamente quiero querer, quiero estar presente sin tí. Ya me cuesta mucho estar conmigo, estar con el otro es como el desorden emocional. Provoca que cada gesto cuente, que cada mirada debe ser precisa. En esas posiciones yo me pongo brusco y suelto las riendas y no hago nada, pero no es que si me tocan la polla, me alboroto, noida, es que tienen que buscarme plenamente. Tocarme, vencer mi rechazo  inicial, chuparme la polla, arrocostarme el tostón, ahí es cuando reacciono. Y cuando no estamos en eso trato a la chica como mi amiga que puedo decirle burradas sobre las otras chicas porque simplemente no quiero pensar en el peso que me puso cuando lo que hace es decirme sí.
Que maldites, maldito deseo que quiere negación, que nunca es afirmación pura. Creo que siempre sies es el origen del cualquier fanatismo. Yo administro mal el poder, QUIERO NOIDASSSSS, por favor, niégame…

No hay comentarios:

Publicar un comentario